Sumas aseguradas: inflación e infraseguros

El aumento del dólar en conjunto con la devaluación del peso, provocan que los seguros más usuales y, de mayor injerencia en nuestro patrimonio, se vean afectados.

Por: Apas Córdoba

La actual crisis económica del país, amerita focalizar y prestar atención a diversos aspectos de la vida cotidiana. Uno de ellos remite directamente al mercado asegurador.

Para comprender en detalle la situación, es necesario aclarar el concepto de suma asegurada, entendido como el valor, atribuido por la Compañía Aseguradora, a aquellos bienes cubiertos en una póliza. Dicha noción representa el límite máximo de la indemnización a pagar ante un siniestro ocurrido, en función de lo que esté previamente asegurado.

Ahora bien, el problema de las pólizas cuya suma asegurada no alcanza a cubrir la totalidad del bien en caso de accidente, no es nuevo en la Argentina. En un país con inflación estructuralmente alta, los seguros están siempre en peligro de quedar desactualizados, en relación a la valuación de los bienes que se busca proteger.

En dicho sentido, los numerosos casos de infraseguro -en los que las sumas quedan desactualizadas por efecto de las constantes subas- usualmente salen a la luz ante la ocurrencia de un siniestro, cuando ya es tarde para resolver el problema.

Asimismo, la devaluación afecta también a los bienes de tipo importados, ya que el costo de reposición es considerablemente elevado. En estos casos, el valor asegurado puede encontrarse por debajo del valor asegurable y, es aquí, cuando los problemas comienzan para el cliente.

Por ello, resulta vital chequear las sumas aseguradas de todos los bienes resguardados, ya que la situación económica obliga a actualizar regularmente los montos por los cuales aseguramos nuestras pertenencias.

En el caso automotor, las diferentes compañías ya cuentan con la denominada cláusula de ajuste en el contrato de póliza. Esta condición es sumamente importante, porque en caso de siniestro con destrucción total del vehículo, sea por robo o incendio, contamos con un porcentaje estipulado de ajuste (10, 20, 30 o hasta 40 %), para poder acercarnos y, a veces, llegar al valor de mercado de reposición.

Por otro lado, en los comercios o bien en el seguro de hogar, se deben comprobar y renovar periódicamente los valores de las sumas aseguradas, por ejemplo, electrodomésticos, notebooks, bicicletas, cristales, etc. En esta línea de importancia, se debe subrayar la contratación de un seguro contra incendio.

En otro orden y, haciendo hincapié en lo referido a las pólizas de seguros integrales, podemos distinguir dos tipos de prestación de servicio:

A prorrata: La aseguradora tiene en cuenta no sólo la suma asegurada, sino también el valor real del bien. Si la suma asegurada es inferior al valor asegurado, sólo se indemnizará el daño en la proporción que resulte entre ambos valores.
A primer riesgo absoluto: La suma asegurada es el máximo a indemnizar en caso de siniestro.
Por todo lo expuesto, con frecuencia, existe una falta de asesoramiento -o falta de análisis correcto de los riesgos a tomar- por lo que la asesoría de un Productor Asesor de Seguros y, el trabajo de administración de riesgos profesional, resultará clave.

Un Productor acompaña, guía, y está siempre al lado del asegurado, desde el momento en que se toma la póliza, hasta los casos de siniestros. Con la asistencia de un profesional matriculado, es siempre más seguro.

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